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2 de Septiembre de 2012
General Smedley Butler:
Patricio Lons
Patricio Lons

El oficial militar más activo de las Guerras Bananeras haya sido el Mayor General del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos Smedley Butler, que combatió en Honduras en 1903 y prestó servicio en Nicaragua de 1909 a 1912. Fue condecorado con la Medalla de Honor por su actuación en Veracruz en 1914 y recibió otra al valor durante la "represión de la resistencia Caco" en Haití en 1915.
En 1935, Butler escribió en su famoso libro War Is a Racket:1 2 3 4
“He servido durante 30 años y cuatro meses en las unidades más combativas de las fuerzas armadas norteamericanas: en la infantería de marina. Tengo el sentimiento de haber actuado durante todo ese tiempo de bandido altamente calificado al servicio de los grandes negocios del Wall Street y sus banqueros. En una palabra, he sido un pandillero al servicio del capitalismo. De tal manera, en 1914 afirmé la seguridad de los intereses petroleros en México, Tampico en particular. Contribuí a transformar a Cuba en un país donde la gente del National City Bank podía birlar tranquilamente los beneficios. Participé en la "limpieza" de Nicaragua, de 1902 a 1912, por cuenta de la firma bancaria internacional Brown Brothers Harriman. En 1916, por cuenta de los grandes azucareros norteamericanos, aporté a la República Dominicana la "civilización". En 1923 "enderecé" los asuntos en Honduras en interés de las compañías fruteras norteamericanas. En 1927, en China, afiancé los intereses de la Standard Oil." "Nos ha ido bastante bien con Luisiana, Florida, Texas, Hawái y California y el Tío Sam puede tragarse a México y Centroamérica, con Cuba y las islas de la Indias Occidentales, por vía de postres y sin intoxicarse". "Fui premiado con honores, medallas y ascensos. Pero cuando miro hacia atrás considero que podría haber dado algunas sugerencias a Al Capone. Él, como gánster, operó en tres distritos de una ciudad. Yo, como marine, operé en tres continentes. El problema es que cuando el dólar estadounidense gana apenas el seis por ciento, aquí se ponen impacientes y van al extranjero para ganarse el ciento por ciento. La bandera sigue al dólar y los soldados siguen a la bandera."
31 de Agosto de 2012
De un amigo del facebook recibí las consideraciones emitidas en el artículo que sigue. Pese al tan acostumbrado uso de aquel común "YO ARGENTINO", me he propuesto intentar motivar una reacción entre alguien de 40 millones de argentinos. Comprender y acompañar la injusta desgracia que sufre un compatriota es mi único fin. La tremenda venganza que se ha tomado contra los vencederes del MARXISMO ATEO, ha conducido no solo al dolor de un padre por un hijo preso, sino hasta implorar a una "camándula" implantada de enajenados mentales el rescate de algo del sentido común extraviado, propio solo de alguna ingerencia demoníaca e intentar la formalización de algo de justicia.  

"Al menos para reflexionar...La justicia no ajustada a derecho no es justicia es venganza, El violar la Constitución Nacional con fines políticos, tarde o temprano nos puede afectar a cualquier ciudadano. Atte."
REFLEXIONES DE UN PRESO POLITICO A SUS PADRES
Estimados amigos, hago llegar a ustedes las reflexiones de un ciudadno argentino hoy Preso Político por cumplir órdenes emanadas del Poder Ejecutivo, su Comandante en Jefe, para detener la
matanza ya generalizada de civiles inocentes, por fuerzas para militares que atacaron al país con el fin declarado de tomar el poder a punta de fusil.. El fin instalar un gobierno Marxista –Leninista. El método el terror..No obstante el lo a aceptado como una carga pública, consecuencia de una guerra que aun no termino. Sus reflexiones, datan del mes febrero del año 2009. Sus definiciones son claras y exenta de odios, solo busca justicia ajustada a derecho, que todos los ciudadanos seamos iguales ante la ley. Alerta sobre la creación de jurisprudencia especialmente para, en parodias de juicios condenarlos. Que no es justicia, Lamentablemente es lo que está ocurriendo en estos momentos.
Una jurisprudencia, especial, ajena a derecho para juzgarlos, que nace en la misma CSJN y El Parlamento. Difundir la verdad de lo que ocurre hoy en Argentina, es ya una obligación, que el pueblo y el mundo sepan cómo se manipulan las normas jurídicas para lograr objetivos que prohíbe expresamente nuestra CN.
Así, los ciudadanos estamos inermes ante la monstruosidad de estos políticos dedicados a imponer su voluntad mas allá de lo que les permite la CN y las leyes. Somos prisioneros de su voluntad de sus caprichos, sus odios, sus venganzas y también de su voracidad para delinquir sin que los alcance la ley. Incluido de su incapacidad manifiesta para conducir al país.
Compatriotas, reaccionemos, queremos justicia si, no impunidad. Justicia ajustada a derecho y que todos los ciudadanos seamos iguales ante la ley. Ruego a Dios nos ilumine y sepamos encontrar aquellos dirigentes que prometan menos y hagan más.
Que realmente estén para servir al pueblo y no utilizarlos como rehenes con dadivas para que asistan a sus actos. Dirigentes con la capacidad de rodearse de los mejores profesionales que los asesoren en cada tema pendiente en este bendito país. Que les soluciones los problemas a la gente .Que sepan que todos los ciudadanos tenemos derechos inalienables que nos brinda nuestra CN. Que ningún Poder, que hacen a esta República esta para hacer su voluntad sino para cumplir con su deber.
Es decir, no pueden hacer lo que quieren, como en este gobierno, sino lo que deben. Dios nos de la suficiente clarividencia para marchar unidos, dejar las falsas separaciones que nos inducen los dirigentes en su beneficio. Busquemos nosotros a nuestros dirigentes más allá de las conveniencias personales. Recordemos que unidos somos más. Tengamos fe, saldremos de este “atolladero” que este gobierno pseudo progresista nos ha colocado. Hoy nos gobierna en su mayoría los mimos que atacaron a la población civil para tomar el poder a punta de fusil. Dejemos el ayer, con justicia y no impunidad, ese ayer cargado de odio y, miremos con fe en una Argentina mejor. Trabajemos para ello. Atte. Oscar A Cavallo
Reflexiones de un hijo hoy Preso Político a sus padres
Marco Paz 2 de Febrero de 2009
Queridos padres:
Foto: REFLEXIONES DE UN PRESO POLITICO A SUS PADRES
            Estimados  amigos, hago llegar  a ustedes las  reflexiones de  un ciudadno argentino hoy Preso Político  por cumplir órdenes emanadas del Poder Ejecutivo, su Comandante en Jefe, para detener la matanza ya generalizada de civiles inocentes, por fuerzas para militares que atacaron al país con el fin declarado de tomar el poder a punta de fusil.. El fin instalar un gobierno Marxista –Leninista. El método el terror..No obstante el lo a aceptado como una carga  pública, consecuencia de una  guerra que aun no termino. Sus reflexiones, datan del mes febrero del año 2009. Sus definiciones son claras y exenta de odios, solo busca justicia ajustada a derecho, que todos los ciudadanos seamos  iguales ante la ley. Alerta sobre  la creación de jurisprudencia especialmente para, en parodias de juicios condenarlos. Que no es justicia,  Lamentablemente  es lo que está ocurriendo en estos momentos.
            Una jurisprudencia, especial, ajena a derecho para juzgarlos, que nace en la misma CSJN y El Parlamento. Difundir la verdad de lo que ocurre hoy en Argentina, es ya una obligación, que el pueblo y el mundo sepan cómo se manipulan las normas jurídicas para lograr objetivos que prohíbe expresamente nuestra CN.
            Así, los ciudadanos estamos inermes ante la monstruosidad de estos políticos dedicados a imponer su voluntad mas allá de lo que les permite la CN y las leyes.  Somos prisioneros de su voluntad de sus caprichos, sus odios, sus venganzas y también de su voracidad para delinquir sin que los alcance la ley. Incluido de su incapacidad manifiesta para conducir al país.
            Compatriotas, reaccionemos, queremos justicia si, no impunidad. Justicia ajustada a derecho y que todos los ciudadanos seamos iguales ante la ley. Ruego a Dios nos ilumine y sepamos encontrar aquellos dirigentes que prometan menos y hagan más.
            Que realmente estén para servir al pueblo y no utilizarlos como rehenes con dadivas para que asistan a sus actos. Dirigentes con la capacidad de rodearse de los mejores profesionales que los asesoren en cada tema pendiente en este bendito país.  Que les soluciones los problemas a la gente .Que sepan que todos los ciudadanos tenemos derechos inalienables que nos brinda nuestra CN. Que ningún Poder, que hacen a esta República esta para hacer su voluntad sino para cumplir con su deber.
            Es decir, no pueden hacer lo que quieren, como en este gobierno, sino lo que deben. Dios nos de la suficiente clarividencia para marchar unidos, dejar las falsas separaciones  que nos inducen los dirigentes en su beneficio. Busquemos   nosotros a nuestros dirigentes más allá de las conveniencias personales. Recordemos que unidos somos más. Tengamos fe, saldremos de este “atolladero” que este gobierno pseudo progresista nos ha colocado. Hoy nos gobierna en su mayoría los mimos que atacaron a la población civil para tomar el poder a punta de fusil. Dejemos el ayer, con justicia y no impunidad, ese ayer cargado de odio  y, miremos con fe en una Argentina mejor. Trabajemos para ello. Atte. Oscar A Cavallo
            Reflexiones de un hijo hoy Preso Político a  sus padres
            Marco Paz 2 de Febrero de 2009
            Queridos padres:
            “Como casi siempre últimamente, les mando estas líneas con la “foto” de lo que vengo pensando en estos tiempos. Hoy la cosa pasa por el futuro. Hace un tiempo me dijiste que parecía instalado en la sociedad que la salida de esto pasa por un juicio. Le he dado muchas vueltas al tema y, francamente, creo lo mismo. En realidad creo, como ya sabes, que este juicio debería haberse hecho en 1985 y no ahora.
            El tema clave aquí es qué tipo de juicio vamos a tener. De acuerdo con la realización de un juicio justo, tal como la teoría lo dice. Pero resulta que de lo que vengo viendo y  estudiando donde estamos parados y estoy llegando a la conclusión de es una situación sin salida. Sin salida legal. Jurídica
            Me pregunto ¿por qué me acusan?. Encuentro  que han cambiado el marco legal y me están aplicando uno que no existía en el momento de los supuestos hechos que juzgan. Por ese motivo me están acusando de cosas de las que nunca he oído hablar y con las que nunca, en más de un cuarto de siglo, nadie me había relacionado ni remotamente. Hoy utilizan el criterio: “damos por probado que usted estuvo en tal época, por lo que es partícipe necesario de todos estos hechos que, una vez más, damos por probado que ocurrieron en la ESMA en esas fechas”.
            Además me tienen literalmente amordazado. No importa lo que diga, lo dan vuelta en mi contra. Hay un caso que me parece paradigmático: Uno de los oficiales que está acusado, como yo, en una de las causas de la ESMA, presentó en el juzgado información documental oficial que prueba que en las fechas en que se lo acusaba no estuvo a menos de 800 kilómetros de distancia de Buenos Aires, por lo que no pudo estar en ese lugar. ¿Que hizo el juez? Llamó a tres o cuatro “testigos” habituales (algunos tienen más de treinta declaraciones realizadas) los hizo declarar diciendo que vieron al acusado en esas fechas en la ESMA y el juez desestimó, fundado en estos “testimonios”, las pruebas documentales que le habían presentado.
            La “máquina de condenar” que tienen funcionando, opera mas o menos así:
            1. Eliminaron la jurisdicción militar. En la sentencia de la causa 13 (Juicio a las Juntas Militares en 1985), una de las cosas que dijeron los jueces en la sentencia es que los hechos juzgados se consideraban dentro del contexto de una “guerra revolucionaria”. Aunque lo que luego dijeron en el fallo no tenía mucho que ver con esta afirmación que ellos mismos hicieron, luego de estudiar la sentencia en profundidad no queda menos que reconocer que los jueces iban a condenar a los acusados de cualquier manera, no importa lo que se declarara o las pruebas que se presentaran. Pero mostraron cierto pudor a la hora de manipular el marco legal.
            2. Hoy, quienes ejercen la aplicación de la “justicia” han roto todos los límites: con la muletilla de que son “crímenes de lesa humanidad”, pasan por encima de normas, procedimientos y principios que forman parte de la base del derecho, tal como se lo entiende desde hace cientos de años. Conceptos como “ley penal más benigna”, “no aplicación de leyes en forma retroactiva” y “no juzgar a alguien dos veces por el mismo delito” pasaron a ser cartón pintado en los tribunales de hoy en este país.
            3. No solo eliminaron las leyes, de llamadas de Punto Final y de Obediencia Debida, también sus efectos, esto último anticonstitucional, (que a mi modo de ver fueron más perjudiciales que beneficiosas desde su nacimiento,) pero estaban sancionadas por un Congreso en forma legal y en un régimen democrático. También cambiaron la tipificación de los supuestos delitos para eliminar la cuestión de la prescripción. Así introdujeron el concepto de “lesa humanidad”, que como no figura en el Código Penal ni en la Constitución lo usan como formando parte del “Costumbre internacional.”  (Voto Dr. Zaffaroni en el caso Simón) Conclusión: anulan la prescripción, no importa el número de años que hayan pasado. Ya está la cuestión del marco legal, ahora falta como colocar a los acusados en esta “máquina de condenar”.
            4. En el juicio a las Juntas Militares (Causa 13) los jueces dijeron muchas cosas en la sentencia, una de ellas es que los testigos de la acusación eran considerados por el tribunal como “testigos necesarios”. Lo justificaban de alguna forma, pero en los hechos los ungían de una calificación de credibilidad superior a la de las pruebas documentales y de los testimonios de las defensas “no había con qué darles”. Su testimonio era superior en calidad de credibilidad que cualquier otra cosa que se presentara. Actualmente, los jueces están usando el mismo procedimiento con respecto a los testigos de las acusaciones. Testigos que, como casi todas las cosas, han ido evolucionando a lo largo del tiempo. Aun suponiendo que lo que declararon en el juicio a las Juntas Militares en 1985 haya sido cierto hoy, por lo que declaran, parecen haber vivido una historia completamente distinta. No solo no se los procesa por falso testimonio (no se puede declarar bajo juramento dos cosas distintas sobre el mismo tema sin incurrir en una mentira: o era mentira lo que declaró antes o es mentira ahora), sino que se tiene en cuenta lo último que declara, esto como norma general.
            Usando esta “verdadera máquina de condenar” que han fabricado, no importa lo que el elegido como imputado (y futuro condenado) haya hecho o donde haya estado, basta con que los jueces hagan aparecer dos “testigos necesarios” que digan algo incriminatorio  para que la víctima (para los jueces el imputado) sea “procesado” por esta máquina. Tan poco importante es la verdad, que se podría reemplazar el nombre de casi cualquiera de los procesados ( “casi” porque no se conoce la vida y obra de todos los detenidos por estos temas) por cualquier nombre de cualquier persona del mundo que tuviera, en la época de los supuestos hechos, una edad razonable, digamos más de 18 años. En un extremo podrían haber puesto como imputada a la Madre Teresa de Calcuta, que la procesarían igual. Obviamente no lo han hecho con ella porque no les interesaba y además tenía una imagen pública.
            Esto nos lleva a otro tema: ¿Porque los que están y no otros¿? Porque a ellos si  y a otros no?. Todavía no hay la respuesta. Hay una declaración ante la Justicia Militar del año 1985 de un contralmirante que fue director de la ESMA. El declaró ante el juez que el total de la Fuerza de Tareas empeñado en la lucha contra el terrorismo eran miles de hombres. Eso en una sola fuerza de tareas de las que tenía la Armada!. ¿Cómo puede ser que por toda la causa ESMA estemos detenidos no más de 60 o 70 personas?. Yo estoy de acuerdo con buscar la justicia, pero que haya justicia para todos en un todo de acuerdo con la verdad. Esto demuestra que somos chivos expiatorios. Con esta aparente búsqueda de “chivos expiatorios” están empeorando la administración de justicia, al ir un escalón más abajo en la escala de la, no sé cómo llamarla, eficiencia?, corrupción?, indignidad?, … ya que no solo no se hace justicia, sino que se sacrifica a un grupo de “elegidos” para cargar con las supuestas responsabilidades, que, en caso de haber existido, deben ser adjudicadas a sus verdaderos propietarios.
            En notas como la que salió en el diario Clarín, creo que del miércoles último, firmada por el ex jefe del Ejército, Gral. Balza, él habla de que hay que romper el “pacto de silencio” (así lo llama él) y habla de “perpetradores”. Me encantaría encontrar a algunos miembros del Ejército que lo hayan visto a este general, en el puesto que tenía en esos años, para que podamos hacer público los lugares por los que pasó.
            Me dijo alguien del Ejército que cree que estuvo en un destino al mismo tiempo que otro oficial que hoy está condenado en Bouwer por haber estado en ese mismo sitio al mismo tiempo que el entonces supongo que  mayor Balza. No cabría también cuestionarlo a él por el mismo tema? ¿No sería esa una manera de llevar la justicia que ellos quieren realmente a todos? Incluido lo ocurrido antes del 24 de marzo e 1976? Antes desea fecha pasaron muchas cosas en ARGENTINA que el Dr. Alfonsin con su decreto 158/83 las cubrió con un manto del olvido colectivo.
“Como casi siempre últimamente, les mando estas líneas con la “foto” de lo que vengo pensando en estos tiempos. Hoy la cosa pasa por el futuro. Hace un tiempo me dijiste que parecía instalado en la sociedad que la salida de esto pasa por un juicio. Le he dado muchas vueltas al tema y, francamente, creo lo mismo. En realidad creo, como ya sabes, que este juicio debería haberse hecho en 1985 y no ahora.
El tema clave aquí es qué tipo de juicio vamos a tener. De acuerdo con la realización de un juicio justo, tal como la teoría lo dice. Pero resulta que de lo que vengo viendo y estudiando donde estamos parados y estoy llegando a la conclusión de es una situación sin salida. Sin salida legal. Jurídica
Me pregunto ¿por qué me acusan?. Encuentro que han cambiado el marco legal y me están aplicando uno que no existía en el momento de los supuestos hechos que juzgan. Por ese motivo me están acusando de cosas de las que nunca he oído hablar y con las que nunca, en más de un cuarto de siglo, nadie me había relacionado ni remotamente. Hoy utilizan el criterio: “damos por probado que usted estuvo en tal época, por lo que es partícipe necesario de todos estos hechos que, una vez más, damos por probado que ocurrieron en la ESMA en esas fechas”.
Además me tienen literalmente amordazado. No importa lo que diga, lo dan vuelta en mi contra. Hay un caso que me parece paradigmático: Uno de los oficiales que está acusado, como yo, en una de las causas de la ESMA, presentó en el juzgado información documental oficial que prueba que en las fechas en que se lo acusaba no estuvo a menos de 800 kilómetros de distancia de Buenos Aires, por lo que no pudo estar en ese lugar. ¿Que hizo el juez? Llamó a tres o cuatro “testigos” habituales (algunos tienen más de treinta declaraciones realizadas) los hizo declarar diciendo que vieron al acusado en esas fechas en la ESMA y el juez desestimó, fundado en estos “testimonios”, las pruebas documentales que le habían presentado.
La “máquina de condenar” que tienen funcionando, opera mas o menos así:
1. Eliminaron la jurisdicción militar. En la sentencia de la causa 13 (Juicio a las Juntas Militares en 1985), una de las cosas que dijeron los jueces en la sentencia es que los hechos juzgados se consideraban dentro del contexto de una “guerra revolucionaria”. Aunque lo que luego dijeron en el fallo no tenía mucho que ver con esta afirmación que ellos mismos hicieron, luego de estudiar la sentencia en profundidad no queda menos que reconocer que los jueces iban a condenar a los acusados de cualquier manera, no importa lo que se declarara o las pruebas que se presentaran. Pero mostraron cierto pudor a la hora de manipular el marco legal.
2. Hoy, quienes ejercen la aplicación de la “justicia” han roto todos los límites: con la muletilla de que son “crímenes de lesa humanidad”, pasan por encima de normas, procedimientos y principios que forman parte de la base del derecho, tal como se lo entiende desde hace cientos de años. Conceptos como “ley penal más benigna”, “no aplicación de leyes en forma retroactiva” y “no juzgar a alguien dos veces por el mismo delito” pasaron a ser cartón pintado en los tribunales de hoy en este país.
3. No solo eliminaron las leyes, de llamadas de Punto Final y de Obediencia Debida, también sus efectos, esto último anticonstitucional, (que a mi modo de ver fueron más perjudiciales que beneficiosas desde su nacimiento,) pero estaban sancionadas por un Congreso en forma legal y en un régimen democrático. También cambiaron la tipificación de los supuestos delitos para eliminar la cuestión de la prescripción. Así introdujeron el concepto de “lesa humanidad”, que como no figura en el Código Penal ni en la Constitución lo usan como formando parte del “Costumbre internacional.” (Voto Dr. Zaffaroni en el caso Simón) Conclusión: anulan la prescripción, no importa el número de años que hayan pasado. Ya está la cuestión del marco legal, ahora falta como colocar a los acusados en esta “máquina de condenar”.
4. En el juicio a las Juntas Militares (Causa 13) los jueces dijeron muchas cosas en la sentencia, una de ellas es que los testigos de la acusación eran considerados por el tribunal como “testigos necesarios”. Lo justificaban de alguna forma, pero en los hechos los ungían de una calificación de credibilidad superior a la de las pruebas documentales y de los testimonios de las defensas “no había con qué darles”. Su testimonio era superior en calidad de credibilidad que cualquier otra cosa que se presentara. Actualmente, los jueces están usando el mismo procedimiento con respecto a los testigos de las acusaciones. Testigos que, como casi todas las cosas, han ido evolucionando a lo largo del tiempo. Aun suponiendo que lo que declararon en el juicio a las Juntas Militares en 1985 haya sido cierto hoy, por lo que declaran, parecen haber vivido una historia completamente distinta. No solo no se los procesa por falso testimonio (no se puede declarar bajo juramento dos cosas distintas sobre el mismo tema sin incurrir en una mentira: o era mentira lo que declaró antes o es mentira ahora), sino que se tiene en cuenta lo último que declara, esto como norma general.
Usando esta “verdadera máquina de condenar” que han fabricado, no importa lo que el elegido como imputado (y futuro condenado) haya hecho o donde haya estado, basta con que los jueces hagan aparecer dos “testigos necesarios” que digan algo incriminatorio para que la víctima (para los jueces el imputado) sea “procesado” por esta máquina. Tan poco importante es la verdad, que se podría reemplazar el nombre de casi cualquiera de los procesados ( “casi” porque no se conoce la vida y obra de todos los detenidos por estos temas) por cualquier nombre de cualquier persona del mundo que tuviera, en la época de los supuestos hechos, una edad razonable, digamos más de 18 años. En un extremo podrían haber puesto como imputada a la Madre Teresa de Calcuta, que la procesarían igual. Obviamente no lo han hecho con ella porque no les interesaba y además tenía una imagen pública.
Esto nos lleva a otro tema: ¿Porque los que están y no otros¿? Porque a ellos si y a otros no?. Todavía no hay la respuesta. Hay una declaración ante la Justicia Militar del año 1985 de un contralmirante que fue director de la ESMA. El declaró ante el juez que el total de la Fuerza de Tareas empeñado en la lucha contra el terrorismo eran miles de hombres. Eso en una sola fuerza de tareas de las que tenía la Armada!. ¿Cómo puede ser que por toda la causa ESMA estemos detenidos no más de 60 o 70 personas?. Yo estoy de acuerdo con buscar la justicia, pero que haya justicia para todos en un todo de acuerdo con la verdad. Esto demuestra que somos chivos expiatorios. Con esta aparente búsqueda de “chivos expiatorios” están empeorando la administración de justicia, al ir un escalón más abajo en la escala de la, no sé cómo llamarla, eficiencia?, corrupción?, indignidad?, … ya que no solo no se hace justicia, sino que se sacrifica a un grupo de “elegidos” para cargar con las supuestas responsabilidades, que, en caso de haber existido, deben ser adjudicadas a sus verdaderos propietarios.
En notas como la que salió en el diario Clarín, creo que del miércoles último, firmada por el ex jefe del Ejército, Gral. Balza, él habla de que hay que romper el “pacto de silencio” (así lo llama él) y habla de “perpetradores”. Me encantaría encontrar a algunos miembros del Ejército que lo hayan visto a este general, en el puesto que tenía en esos años, para que podamos hacer público los lugares por los que pasó.
Me dijo alguien del Ejército que cree que estuvo en un destino al mismo tiempo que otro oficial que hoy está condenado en Bouwer por haber estado en ese mismo sitio al mismo tiempo que el entonces supongo que mayor Balza. No cabría también cuestionarlo a él por el mismo tema? ¿No sería esa una manera de llevar la justicia que ellos quieren realmente a todos? Incluido lo ocurrido antes del 24 de marzo e 1976? Antes desea fecha pasaron muchas cosas en ARGENTINA que el Dr. Alfonsin con su decreto 158/83 las cubrió con un manto del olvido colectivo.

 

3 de Julio de 2012

El lenguaje es discriminatorio: ¿y qué?

 

Discriminar es distinguir.

Y confundir es lo contrario de distinguir.

Por ende, no discriminar –como machaconamente se nos insiste– equivale a confundir. La bandera de la no discriminación es la bandera de la confusión.

            Guste o no, es así.

Sólo en una segunda acepción –tal como registra la Real Academia Española– discriminar significa “Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.”. Y esto sería discriminar injustamente; lo que especifica a la discriminación como reprobable es su injusticia. Hoy padecemos la deliberada hipertrofia de la segunda acepción de esta palabra, que ha desplazado su sentido propio y exacto.

El lenguaje es discriminatorio. Veamos por qué.

 

*          *          *

 

            En su formidable libro La rebelión de la Nada, Enrique Díaz Araujo desenmascara entre otros a Paulo Freire. Este ideólogo de la educación y agitador social proponía entre otras maravillas disminuir la cantidad de palabras generadoras: 15 en lugar de 80.

 

¿Se dan cuenta? Siempre se había pensado que la cultura consistía en aprender más cosas. Freire ha descubierto que su esencia está en aprender menos cosas. Ha invertido el signo de todas las civilizaciones que el mundo ha conocido.

La revolución copernicana producida por Freire y llamada ‘Revolución Cultural’ supone una simplificación magnífica: antes había que aprender no menos de 80 palabras generadoras; ahora con 15 basta. ¿Basta para qué? ¡Ah, ese es otro asunto! Basta para ser un cuasi-semi-analfabeto”[1].

 

Si en la palabra yace la cosa, disminuir la cantidad de palabras es… ¿Hacer decrecer las cosas? ¿Destruirlas? ¿Modificarlas en su esencia? Imposible.

Pero disminuir la cantidad de palabras equivale a impedir que la inteligencia vea, comprenda, entienda, aprenda, capte lo que las cosas son.

            Cada palabra porta una llama. Cada una de ellas irradia una lux propia en nuestra natural oscuridad.

Decir una palabra puede compararse con encender un fuego, lo cual ocurre primero en la mente y casi inmediatamente en nuestros labios; al ser pronunciada la palabra, comienzan a “aparecer” las cosas “que estaban ahí”, junto a nosotros, pero a oscuras: se las puede designar, señalar, nombrar. El nombre es arquetipo de la cosa, enseñó Platón. Cada palabra, distinta de otra, denota por lo mismo una cosa distinta de otra. La riqueza del lenguaje sigue a la riqueza del ser.

El lenguaje porta, lleva, carga, conduce el ser.

 

*          *          *

 

Si lo anterior es cierto, no hay diferencia entre eliminar del uso común una palabra y apagar una luz, tal como lo difundió Paulo Freire. Por cada palabra arrancada de nuestra lengua, una luz menos. Y por cada luz apagada, algo real que desaparece de nuestra consideración. “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente”, afirmó Wittgenstein.

Cuidadosamente omitidos, existen términos que están cayendo en un intencional desuso. Esto ha quedado patente en la actual polémica en nuestro país respecto del “matrimonio” entre personas del mismo sexo. Pensemos por ejemplo en aquellas palabras que involucran de suyo una reprobación moral de la homosexualidad: «antinaturaleza», «contranaturaleza», «perversión», «desorden», etc. Incluso muchos que reprobaron y reprueban esta ley omitían la pronunciación de estos vocablos.

¿Resultado?: el olvido de la realidad o –por lo menos– la fragilidad de su arraigo en nuestras mentes. Las cosas siguen ahí, es cierto, pero nosotros no logramos ya pronunciarlas. Este flagelo se hace patente en la incapacidad para designar las cosas según sus diferencias, por un lado, y en la conocida impotencia de muchos para reprobar lo malo y ponderar lo bueno sólida y firmemente, debido a una carencia de la adjetivación.

Estamos siendo testigos de este empobrecimiento deliberado de nuestras inteligencias. Nuestro estómago se nutre bien, pero nuestra inteligencia está siendo subalimentada. Ya no abrevamos en lo esencial de las cosas –en aquello que las configura como sustancia– sino en sus accidentes. Más que pensamiento débil, actualmente padecemos el castigo del pensamiento anoréxico.

 

*          *          *

 

Ahora, pongámonos en los zapatos del ideólogo.

            Si yo quiero que la gente pierda la capacidad de distinguir lo normal de lo anormal, lo verdadero de lo falso, la naturaleza de la contranaturaleza, lo bueno de lo malo, la virtud del vicio; si yo quiero aniquilar estas diferencias –siéndome imposible hacerlo en la realidad misma–, lo más que puedo hacer es borrarlas de las mentes, a través de la constante omisión de las palabras que verdaderamente significan y nos llevan a las cosas.

            Para ello, debo refundar el idioma. Reelaborarlo, según la idea de hombre que quiero construir.

            Debo enterrar aquellas palabras cuya sola mención supone de suyo lo Absoluto. Sepultar los vocablos bien y mal, virtud y vicio, gracia y pecado, verdadero y falso, justo e injusto, etc. Todos ellos comportan un Principio que me niego a admitir: si juzgo algo y afirmo “esto es bueno” o “esto es verdadero”, ingreso inevitablemente en el terreno metafísico. Lo mismo se diga de la justicia y la virtud: la sola pronunciación de estas palabras me coloca en la incómoda atmósfera de las verdades perennes.

            A lo sumo podré tolerar que se las mencionen siempre y cuando el tono, la atmósfera y las circunstancias que las rodean sean lo suficientemente frívolas como para que nadie sospeche que me he tomado el atrevimiento de hacer un juicio de carácter absoluto.

            Por eso, debo criminalizar la Verdad. Que Ella sea demonizada, que su sola mención mueva a la indignación, a la crispación, al escándalo.

Que pronunciarla sea un delito.

            Enterradas estas palabras, debo conseguir que únicamente subsistan otras, las imprecisas. Aquellas que no suponen una inteligencia en contacto directo con la realidad –una inteligencia metafísica, con vocación para el ser, con apetito del ente, con deseo de admiración–, sino una inteligencia que puede rodear cómodamente las cosas sin penetrarlas jamás, que habite en sus accidentes sin tocar sus esencias. De ahí que todo deba ser juzgado en estos términos: conveniente/ inconveniente; popular/impopular; moderno/antiguo; moderado/intransigente; mayoritario/ minoritario; tolerante/fanático; constitucional/anticonstitucional.

¿Dónde está la trampa? En que todos estos adjetivos pueden convenir indistintamente tanto a la verdad como al error.

 

*          *          *

 

            Pero como ideólogo no puedo decir frontalmente que busco estos objetivos.

¿Qué debo hacer? Acusar a quienes defienden el Orden Natural de mantener este discurso de forma interesada. No atacar sus argumentos, sino su persona. A través de una constante repetición, mi objetivo es lograr que la gente se olvide de la realidad que está en juego detrás de las palabras.

Debo convencer a mi auditorio de que conozco las intenciones ocultas de mis adversarios, de que sé perfectamente que aunque verbalmente aduzcan motivaciones altruistas, en el fondo, por más que ellos lo nieguen, desean mantener el control, el poder, la dominación.

Debo lograr enlodar a priori su autoridad moral, para que la gente ni bien escuche su argumentación piense: “ellos dicen estas cosas como pretexto y justificación de alguna superioridad económica o bienestar material”.

            En una palabra, ejercitando el discurso marxista, debo acusar a mis enemigos de intentar imponer una superestructura de dominación –en este caso, el Orden Natural– a través del lenguaje: “la palabra sigue siendo privilegio de los mismos grupos de poder”, dijo en La Nación Adriana Amado, el 28 de julio[2].

En efecto, ¿por qué creerles a los defensores “del orden natural”, si en el fondo –como afirma el cassette pro homosexualista– son unos mentirosos que buscan mantener sus cómodos privilegios económicos, sus autoritarias estructuras de poder? Y si ellos negaran tales motivaciones, ¿puede esperarse que los mentirosos digan la verdad?

 

Si un hombre dice (por ejemplo) que los hombres conspiran contra él, no se le puede discutir más que diciendo que todos los hombres niegan ser conspiradores; que es exactamente lo que harían los conspiradores”[3].

           

He aquí la fabulosa petición de principio, punto de encuentro de víctimas y victimarios. Chesterton la calificaba de locura. Y por eso no proponía “discutirla” como una herejía, sino “quebrarla” como un encantamiento: Curar a un hombre no es discutir con un filósofo, es arrojar un demonio”.

 

*          *          *

 

El activismo pro homosexual pretende embarrar la causa de la Verdad. Permanentemente lucubra hipótesis respecto a las intenciones personales de sus adversarios. Sus cuadros son especialistas en convertir en odiosas todas las cosas buenas: las enlodan mirándolas según su propia mediocridad.

La pequeñez más lacerante que padece esta ideología es no alcanzar a aceptar la posibilidad del desinterés, del altruismo y heroísmo, imitando la posición sartreana que no veía en el amor sino un disfraz del masoquismo o bien del sadomasoquismo.

Si Sartre sospecha del amor y busca mancharlo, los ideólogos actuales –con la misma pervertida mentalidad– convierten en odioso el Orden Natural, rociándolo con sus envenenadas palabras, a fin de impedir que los bienintencionados descubran la realidad de las cosas.

En algo tienen razón estos sofistas: el lenguaje discrimina. El lenguaje –el verdadero, el que ellos pretenden empobrecer y derrumbar– efectivamente discrimina. Distingue. Diferencia. Demarca. Separa. Divide. Y si su objetivo es confundir, un lenguaje que discrimina no les conviene.

            Una manzana no es una pera.

Matar en defensa propia no es asesinar.

            Cobrar un impuesto justo no es un robo.

            Y un matrimonio no es entre personas del mismo sexo.

 

*          *          *

 

Pero, ¿cómo desarticular la acusación según la cual nosotros consideramos a la homosexualidad como enfermedad, como antinaturaleza, movidos exclusivamente por turbulentos intereses económicos? ¿Cómo probar que no estamos interesados en mantener ninguna estructura de poder al defender la Verdad?

Se prueba observando una realidad.

Hoy el poder lo tienen ellos. Por eso tuvieron el poder como para pedir en octubre del 2009 el relevo del Presidente de la Asamblea General de la ONU, Alí Abdussalam Treki, que se manifestó contrario a la promoción de su ideología[4]; por eso tienen el poder para remover un video de “Youtube” donde podía verse cómo un sacerdote de 84 años era detenido por la policía mientras portaba una cruz, al mismo tiempo que los activistas “pro gay” incurrían en los comportamientos propios de los endemoniados, insultando y befando al Santo Padre y a la Iglesia, sin recibir la más mínima sanción[5]; por eso cuentan con el apoyo incondicional del gigante informático IBM; por eso presionaron –y lo obtuvieron– a la Real Academia Española para cambiar los significados de su diccionario, puesto que los consideraban “anacrónicos y discriminatorios”[6].

            Pues bien, así trabaja el activismo pro homosexualista: para derribar una supuesta superestructura de dominación, erige la propia.

Vivir en el seno de la contradicción no es sino tomar a la hipocresía como método. El colmo de ésta es acusar al adversario de lo que en los hechos uno mismo realiza.

           

*          *          *

 

En el principio era el Logos (Jn. 1,1).

            La ideología pro homosexualista odia el Logos y lo combate. Como no puede vencerlo en sí mismo, lo vulnera en su imagen: el intelecto humano.

            La guerra al logos participado es la continuación de la guerra al Logos Imparticipado. Nos están colonizando con palabras. Y no nos damos cuenta. Por eso el 22 de julio de 2010, al publicar en el Boletín Oficial la modificación del Código Civil a efectos de legalizar el “matrimonio” homosexual, Cristina Fernández de Kirchner afirmó: “no hemos promulgado una ley, hemos promulgado una construcción social”.

Pero los sofistas modernos tienen un punto débil. Terrible y mortal para ellos, si nos damos cuenta: su supremo interés por eliminar estas palabras nos indica cuál es el principal elemento a defender. Lo que más desean, eso es lo que nosotros debemos primero custodiar. Lo que ellos desean prohibir es exactamente lo que tenemos que hacer.

            Donde está la solución, está el peligro.

            Ordinariamente vemos únicamente el peligro, la persecución, el odio furibundo de estos embaucadores; sin advertir que la virulencia con que ellos nos replican no es sino el disfraz de su propio temor a ser desenmascarados. Este peligro que nos acecha al mencionar las palabras que precisamente ellos desean omitir, no es sino el enrejado que recubre y protege la solución. Su debilidad.

            Y si nosotros nos hacemos de la solución, ellos están perdidos.

 

            ¿Y cuál es?

            La solución es la palabra. La verdadera.

            Pronunciemos la palabra que juzga metafísicamente, con criterios absolutos: la palabra que no se apoya en construcciones históricas convencionales, ni en modas pasajeras. La palabra que refleja el ser, no su interpretación; la palabra que permanece, no la que evoluciona; la palabra que define, no la que halaga o confunde.

Dejemos de naufragar en los accidentes –objeto de la Sofística– y afirmemos lo esencial, la definición de las cosas, el numen, el arquetipo.

            La solución última es la palabra en tanto vehículo de realidades metafísicas, por encima del cambio, independiente de los horizontes culturales, de los puntos de vista. Y esta palabra no puede ser sino el reflejo de la Palabra, Dios mismo. Por eso Ernest Hello ha dicho magníficamente:

 

“Afirmar es el acto inicial de la palabra. Todo verbo contiene el verbo ser. Toda palabra tiene a Dios por sostén. El que es, es el fundamento del discurso”[7].

 

La cruz permanece mientras el mundo cambia.

En el crucifijo yace –aunque el laicismo en Europa pretenda retirarlo– el Crucificado, Logos Eterno y Verbo Increado del Padre: Nuestro Señor Jesucristo. Testigo Supremo de lo que no cambia en un mundo que cambia constantemente.

 

Juan Carlos Monedero (h)

09.08.2010

Ciudad de Buenos Aires, Argentina.



[1] Enrique Díaz Araujo. La Rebelión de la Nada o los ideólogos de la subversión cultural, Cruz y Fierro, Buenos Aires, 1984, págs. 202-203.

[2] http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1288952

[3] Chesterton. Ortodoxia, Excelsa, Buenos Aires, 1943, págs. 26-27.

[6] http://www.publico.es/espana/277304/rae/gays/diccionario

[7] Ernest Hello. Palabras de Dios. Reflexiones sobre algunos textos sagrados, Difusión, Buenos Aires, pág. 92.



2 de Julio de 2012
Cañuelas, Monsanto, corrupción y narcotráfico de La Campora

#Argentina #Monsanto - El crimen se incrementó en Cañuelas acorde a una operación criminal de Cristina Fernández de Kirchner, su brazo delictivo "La Cámpora", que ya recuerda demasiado a López Rega, Monsanto y el narcotráfico. Cientos de personas realizaron una pueblada marchando hasta la Municipalidad por el asesinato de los hermanos Marcelo y Leonardo Massa, propietarios de un supermercado. La intendente kirchnerista Marisa Fassi fingió preocupación y desconcierto reuniéndose con el ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, y con el jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin. Pero la realidad es que Marisa Fassi, hermana de la famosa Natalia Fassi, sabe exactamente lo que ocurre en Cañuelas.
Comerciantes y vecinos bajaron las persianas y se manifiestan pidiendo seguridad.
El aumento de inseguridad no es un caso aislado, abarca todo el país fruto de la corrupción del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y sus cómplices, Anibal "el narco" Fernández, Julio De Vido y el cocainómano Máximo Kirchner, comandante de "La Cámpora".
La tensión aumentó en Cañuelas y también el repudio a nivel nacional, mientras tanto, acaba de morir el bebé de la embarazada baleada en Ciudad Evita.
Los asesinatos en Cañuelas, acorde a reportes de inteligencia de Arrieta a los cuales tuvo acceso SEPRIN, indican una fuerte vinculación de varios narcotraficantes que operan en esa área y que son leales al proselitismo del Gobierno Nacional. Estos mercaderes de la muerte sirvieron como operadores-financistas de la campaña política K.
Además hubo una importante migración de villeros de La Matanza llevados al lugar por La Cámpora, que ocurrió durante los últimos dos años. La intención de esta maniobra fue obtener votos ilegales y fortalecer el negocio de la droga.
¿Como llegó a la intendencia Marisa Fassi?
La corporación Monsanto no podía faltar en las gestiones criminales de una provincia líder en producción de transgénicos. El intendente de Cañuelas, Gustavo Arrieta quien fuera reelecto con el 59,6 % de los votos dejó ese cargo para integrarse al gabinete de Scioli. El pasado martes se confirmó su "ascenso" como flamante Ministro de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires, es decir, portavoz de la corporación Monsanto. El negocio fue realizado tras una reunión que mantuvo el kirchnerista con Daniel Scioli (Gobernador) y su Jefe de Gabinete, Alberto Pérez.
Por ser más amoral, a Monsanto le conviene Arrieta reemplazando al ministro Ariel Franetovich, quien fue diputado electo por la ciudad de Chivilcoy.
Fue así como la Municipalidad de Cañuelas quedó en poder de la jefa de Gabinete y mujer de Arrieta, Marisa Fassi, que en los comicios pasados ocupó el primer puesto en la lista de concejales.
Delincuencia y narcotráfico de La Cámpora
Para lograr ilegalmente la victoria de Arrieta quien se hallaba "complicado", se llevaron a cabo 3 acuerdos. Uno con los carteles del narcotráfico quienes financiaron la campaña, otro con La Cámpora y dirigentes de La Matanza, y un tercero con la corporación Monsanto que además de soja, maíz y otros cereales cancerígenos produce marihuana transgénica.
Para llevar a cabo la maniobra se recurrió a la "exportación" de villeros, seleccionados por sus "aptitudes" para canalizar drogas que al mismo tiempo aportarían la cantidad necesaria de votos para el triunfo a Arrieta. En este marco cabe señalar que Cañuelas es una población pequeña de 40 mil habitantes y que todo fue coordinado por la Presidente Cristina Fernández, a los efectos de garantizar la victoria de su cipayo e ignorando la voluntad popular.
El efecto colateral de esta operación se traduce en un fuerte aumento de la delincuencia.
Es por este motivo que Scioli se obstina en defender a Arrieta y a su mujer, ambos incorporados a "La Juan Domingo". Existe un enfrentamiento financiero entre "La Juan Domingo" y La Campora, que controla a los criminales inmigrantes de La Matanza. Sin embargo ambas organizaciones comparten intereses económicos, y las fuerzas policiales fueron sometidas a la inactividad bajo ordenes estrictas de no actuar contra los villeros K, ni de interferir en los negocios del narcotráfico, financistas de la campaña electoral de Arrieta.
Ninguno libre de pecados
Tras el distanciamiento entre Cristina Fernández de Kirchner y Scioli (dos aliados de Monsanto y el narcotráfico), los mercenarios villeros de La Cámpora pretenderán generar caos y desestabilizar a la Intendenta. Actualmente se contabilizan al menos 30 robos por semana más asesinatos y violaciones (reporta SEPRIN).
Nota de SEPRIN: "ESTO QUE OCURRIÓ EN CAÑUELAS ES UNA MOVIDA POLÍTICA PARA "DICIPLINAR" A LOS INTENDENTES EX CRISTINISTAS QUE SE PASARON AL SCIOLISMO". Nada tiene que ver con el bienestar del pueblo argentino, sino más bien con negociados entre Monsanto, los narcos y el lucro a costillas del pueblo. "HACE DOS DÍAS HABÍAN ORGANIZADO UN ACTO DE LA JUAN DOMINGO, UNA RESPUESTA POLÍTICA CON UN MUERTO", señala SEPRIN, "AHORA EL PLAN ES MATAR AL CHORRO VINCULADO AL INTENDENTE, PERO NO AL ASESINO".
El nuevo chivo expiatorio K, podría ser un individuo relacionado al juego ilegal.
BWN Argentina



30 de Junio de 2012
LOS DERECHOS HUMANOS Y UN ESTADO QUE LOS DISCRIMINA

Derechos Humanos: Un Estado que discrimina
S
ección: Derechos Humanos DIARIO LA NACION


La manifiesta discriminación en contra de las víctimas del terrorismo de los setenta repugna a la justicia y al derecho, pero también al sentido común. Paradójicamente, se han reconocido reparaciones económicas y honoríficas a quienes, en muchos casos, atacaron y violaron inhumanamente los derechos y hasta la vida de víctimas civiles inocentes.
EL 27 de enero de 1980 entró en vigor la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados, vinculante para la Argentina.
De esta manera, sus normas forman parte de nuestro propio derecho positivo sólo pueden ser modificadas por una norma ulterior que tenga igual carácter.
Ningún Estado puede acudir a artificios de ningún tipo para violar impunemente esos acuerdos.
En ese sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha reconocido la obligatoriedad de tratados como la Convención Americana de Derechos Humanos, que establece que los Estados se comprometen a respetar los derechos y libertades allí reconocidos sin discriminación alguna.
El 17 de septiembre de 2003 esa Corte emitió una opinión consultiva que había sido requerida por México, por la que ratificó que no se puede actuar en contra del principio de igualdad y no discriminación en perjuicio de un determinado grupo de personas en razón de su raza, género, religión, color u otras causales.
No obstante la claridad y contundencia de esos conceptos, la política de derechos humanos aplicada en la Argentina a lo largo de la última década transita por la dirección opuesta.
El tratamiento conferido a las víctimas de la violencia setentista pone en evidencia la ruptura descarada del principio de igualdad y no discriminación ante la ley. Todas las medidas relacionadas con los derechos a la verdad, la justicia y la reparación que protegen a las víctimas por igual fueron otorgadas a aquellos que sufrieron violaciones de sus derechos imputables a agentes estatales, pero el propio Estado se los niega a quienes, en cambio, fueron víctimas de los atentados de las organizaciones terroristas.
Para ello se ha argumentado que la violación de los derechos humanos sólo podía perpetrarla el Estado, pero es bueno recordar que hace más de 20 años un fallo histórico (Velásquez Rodríguez c/Honduras) de la Corte Internacional de Justicia afirmó:
Un hecho ilícito violatorio de los derechos humanos que inicialmente no resulte imputable directamente a un Estado, por ejemplo, por ser obra de un particular o por no haberse identificado al autor de la transgresión, puede acarrear la responsabilidad internacional del Estado no por ese hecho en sí mismo, sino por falta de la debida diligencia para prevenir la violación o para tratarla en los términos requeridos por la convención.
Cabe agregar naturalmente que las graves responsabilidades por las violaciones de las normas del derecho humanitario internacional no recaen sólo sobre quienes actuaron como agentes del Estado, sino sobre todos, sin exclusiones.
La manifiesta discriminación en contra de las víctimas del terrorismo de los setenta repugna a la justicia y al derecho, pero también al sentido común. Paradójicamente, se han reconocido reparaciones económicas y honoríficas a quienes, en muchos casos, atacaron y violaron inhumanamente los derechos y hasta la vida de víctimas civiles inocentes.
Estas circunstancias son aún más graves cuando algunos de los actuales funcionarios del Gobierno han pertenecido a algunas de esas organizaciones terroristas y, desde sus actuales funciones, incumplen las obligaciones imperativas emanadas de los tratados internacionales que han sido celebrados y ratificados por el Estado argentino.
Ninguno de los museos de la memoria de la Argentina registra siquiera uno de los casos de las víctimas del terrorismo, pretendiendo eliminarlas así del recuerdo conmovido que el pueblo debería dispensarles, como si no hubieran existido jamás.
Es de esperar que la gran deuda abierta y pendiente con las víctimas del terrorismo setentista sea pronto saldada y que no se continúe acrecentando su dolor por la acción u omisión atribuible al propio Estado, discriminándolas ilegalmente y privándolas de los derechos que, con justicia, ciertamente les corresponden.
Fuente: La Nación


 
 
   
 
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